REDACCIÓN
THE BAJA POST
La muerte de un individuo que las autoridades aseguran es el “Chueco”, que asesinó a tres personas, entre ellos dos sacerdotes jesuitas, no termina ni “cierra el caso”, aseguró el también Jesuita, Rector de la Universidad Iberoamericana (UIA), Luis Arriaga Valenzuela.
El cuerpo de quien presuntamente es “El Chueco”, fue encontrado en un capo cerca de Choix, Sinaloa, presunto culpable de los homicidios de las tres persnas, que sucedieron en la Sierra Tarahumara, aparentemente tenía uno o dos días abandonado,
No se sabe quien lo mató, pero lo más probable es que haya sido asesinado por el grupo del Crimen Organizado, pues presentaba 17 tiros y apareció en Choix,
La Gobernadora María Eugenia Campos Galván, aseguró que el cuerpo hallado en Chihuahua es del homicida de los dos sacerdotes jesuitas, el Chueco, los restos fueron identificados por la hermana del presunto homicida de los dos jesuitas y otras personas, Diana Carolina Portillo, según el fiscal de Chihuahua, César Gustavo Jáuregui.
Pruebas de ADN confirmaron la identidad de este cadáver, José Portillo, alias “El Chueco”, despejando la incertidumbre sobre su identidad, pero su muerte no resuelve el caso ni reduce la violencia e inseguridad en la Sierra Tarahumara, dijo Arriaga.
“Esto nos obliga a dirigir una mirada crítica a la situación en la sierra, porque las condiciones estructurales que dan origen a la violencia no terminan”, dijo Arriaga Valenzuela, y agregó que se debe seguir investigando.
Arriaga Valenzuela indicó que ocho jesuitas y tres religiosas están bajo medidas cautelares de protección, pero los jesuitas han decidido quedarse en la sierra y velar por otras personas que están en vulnerabilidad y marginalidad.
