por ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Un argumento de partidarios de la 4T ante la crítica a la política financiera de AMLO es el buen funcionamiento de la economía mexicana, toman como muestra la fortaleza del peso ante el dólar que hasta el viernes 9 de septiembre se había apreciado un 3.1% frente al dólar, según datos del Banco de México.
Sin embargo, para el mes de Agosto la inflación acumulada a ese mes es del 8.77%, la expectativa de crecimiento va para abajo y podríamos terminar el año sin crecimiento o con crecimiento negativo, es decir con una economía que se encoge, aunque a los “porrista” de la 4T les hayan vendido la idea de que medir el crecimiento económico de un país y su Producto Interno Bruto son “conceptos neoliberales”.
“Aunque no les parezca, la inflación en México es menor que en Estados Unidos y en países Europeos” dice AMLO justificando el fracaso financiero de la 4T, pero lo que ignora el Presidente es que el ingreso per cápita en esos países es mayor que en México, por lo que están más preparados para enfrentar el fenómeno inflacionario.
AMLO ha propuesta medir el “bienestar” la “felicidad” sin ver que esos dos conceptos van aparejados a un desempeño económico adecuado, pero lo que tenemos son partidarios de su 4T que vitorean y repiten consignas como los 500 MDP de comercio exterior, la fortaleza del peso o una estabilidad de precios en combustibles y electricidad que solamente ellos ven, el país está empobreciendo.
Una economía que crece, genera inflación de manera natural y son las medidas contra cíclicas que se apliquen las que la controlaran, pero el problema es que en México la economía está paralizada y aun así los precios suben, el desorden fiscal es evidente y el Gobierno escarba de donde puede ´para seguir dando sus “apoyos” que muchos ven como una compra de votos muy disimulada.
Los llamados “chairos” argumentan que esta es una muestra de que la economía en este sexenio va muy bien, sin embargo, no pueden entender que la economía va decreciendo y la inflación va repuntando, a niveles que tenían más de 20 años de no llegarse, pero ellos siguen montados en el mame de la venganza como respuesta a su resentimiento social y no pueden ver claro.
Muchos de ellos incluso tienen la inocente ideas de que el “comercio exterior” está en auge para México, cuando lo que tenemos es la llegada de remesas de mexicanos que se van al extranjero a buscar las oportunidades que no pueden encontrar en México y desde allá mandan cantidades de dinero que López Obrador manipula en el discurso para hacerle creer a sus incondicionales que son un logro de su Gobierno.
Los aumentos de productos básicos en el supermercado es evidente, no se puede ocultar, pero el Presidente lo justifica diciendo que los incrementos han sido causados por “factores externos” que están más allá de su control, aunque no es mentira tampoco se puede culpar de los problemas inflacionarios del país a la guerra de Ucrania y otras “crisis que vienen de fuera”.
La falta de crecimiento económico y la centralización de recursos para “regalarlos” como dicen unos o para “darles a los viejitos lo que se robaban los de antes” una generación de empleos, son dos argumentos opuestos, pero igualmente simplones para explicar las cosas, por un lado, tenemos una política salarial donde el empresario se lleva la “tajada del león”.
Esa política salarial inequitativa, basada en el derecho de sangre que a muchos “empresarios” les da el haber nacido hijos de un industrial o comerciante, hacen que se genere una “casta divina” de millonarios como la de Yucatán hace 100 años y se empiece a abrir la brecha socioeconómica entre pobres y ricos, lo cual genera el resentimiento social que hizo crecer la candidatura de AMLO y que su oposición no quiere ver.
