ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Cuando creíamos que el PRI había llegado a la cúspide del surrealismo, sale su dirigente Alejandro “Alito” Moreno, golpeado y disminuido por los ataques de MORENA y la 4T, para decir que están en contra de la política de seguridad de la 4T pro a favor de que las “fuerzas armadas acompañen a la Guardia Nacional unos cuantos años”.
Alito salió a dar un encendido discurso, rodeado de lo que queda del priismo, aquellos fieles al tricolor que no se han ido a MORENA y que siguen aún tratando de revivir ese cadáver político, desde ese arropamiento de un puñado de elementos que aún quedan en el PRI, dijo que la Alianza con PAN y PRD sigue vigente, así como la “Moratoria Constitucional”.
Sin embargo, les dijo a sus “aliados” que los priistas no se iban a quedar “sentados contando muertos” y que por eso estaban a favor del acompañamiento del ejército, más no en la militarización de las fuerzas armadas, una afirmación que requiere de traductor dialéctico o al menos una explicación porque se trata de esas contradicciones que tanto gustan a los políticos mexicanos (no solo del PRI).
La situación es que la Guardia Nacional estará supeditada e integrada por elementos militares casi en su totalidad (o totalmente) y el PRI, que votara contra MORENA en otros temas como la reforma Energética, ahora va con la militarización que propone el Presidente, tal vez Alito estuvo “motivado” por la zarandeada política que la ha propinado la Gobernadora de Campeche Layda Sansores, quien por cierto tiene genes del PRI.