por 
ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
La variante Ómicron del COVID-19, no es materia de preocupación para el Gobierno Mexicano, que además de no tomar las precauciones que ya se toman en otros países, invita a miles de mexicanos a acudir al Zócalo este primero de diciembre a festejar el tercer aniversario de AMLO como mandatario federal, subrayando que “si quieren o no usar máscara, si están vacunados o no, no importa acudan, eso sí, tomando sus precauciones” (SIC).
AMLO festejará con evento masivo en el Zócalo, mientras el Partido Acción Nacional de Baja California dice que no hay nada que festejar y el sector empresarial, en COPARMEX, prenden los focos rojos de alarma por la pronunciada inflación que se ha disparado en México con aumentos de la canasta básica de más de 50% en el caso de varios artículos básicos, como aceite, azúcar, frijol y otros.
El peso presenta una devaluación cercana al 20%, los inversionistas extranjeros y nacionales empiezan a ser víctimas del nerviosismo que la administración federal de López Obrador, podría haber una fuga de capitales, mientras los trabajadores se “matan” más de ocho horas diarias y más de 50 horas a la semana por salarios insuficientes, AMLO beca a muchos mexicanos que no tienen oficio o que son estudiantes o adultos mayores.
El odio contra todo aquel que no se adhiera al 100% a los postulados y declaraciones, proyectos y festejos de la cuarta transformación, crece cada mañana, el intento de terminar con los organismos independientes, de la llamada sociedad civil, como el INE o el INAI, es como un dogma para todos sus seguidores, si AMLO dice que el INE no sirve o que el INAI es “fifí”, hay un coro de millones de mexicanos que “cantan” con él.
LA UNAM se ha “hamburguesado”, dijo, intencionalmente o no, el Presidente López Obrador, afirmando que los economistas se hicieron neoliberales, mostrando así su desconocimiento acerca de lo que es o debe ser una Universidad, cuya raíz habla de ser un UNIVERSO de ideas, disciplinas, investigación y desarrollo, un reclamo que ha sido repetido en un eco de resentimiento contra una institución en la que hay extrema derecha pero también extrema izquierda, y todas sus variantes, porque el mundo va más allá de un “blanco y negro”, como lo ven ahora muchos mexicanos.
Carmen Aristegui, quien era considerada una “gran periodista” por AMLO, cuando le abría puertas y le deba voz, ahora es una “chayotera” que “nunca ha hecho periodismo por el bien del pueblo”, mostrando así lo voluble que puede llegar a ser un hombre en el poder, todo porque la directora de ARISTEGUI Noticias publicó un trabajo sobre los hijos del Presidente y su fábrica de chocolates.
