
ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Los 5 jóvenes que desparecieron en Lagos de Moreno, Jalisco, el viernes por la tarde fueron encontrados sin vida, en otro caso de violencia sin razón que ya caracterizan a México, que vive entre matanzas y desapariciones, un país que ya supera, en este sexenio, la cifra de muertos por homicidios violentos de los sexenios anteriores.
Los muchachos habían desparecido en Jalisco, el viernes 11 de agosto, fueron encontrados sin vida el martes 15 de agosto de acuerdo a información en redes sociales, una vez más queda demostrado que el Gobierno actual no ha implementado la mejor estrategia para tratar con el crimen organizado y la inseguridad o al menos no ha funcionado el “abrazos no balazos”.
Las críticas a los lineamientos para combatir a la inseguridad y delincuencia organizada no se han dejado esperar en las redes sociales, sin embargo los partidarios de la 4T dicen que esto es resultado de la violencia de Calderón y la corrupción de García Luna y Peña Nieto, sin embargo, los números los contradicen y los hechos de Jalisco le recuerdan al país que hay una guerra sin abrazos.
A estos jóvenes asesinados se agregan 34 cadáveres encontrados en hieleras y refrigeradores en Veracruz, 5 policías asesinados en Zacatecas, son números que van más allá de conservadores y liberales, son muertes que deben quedar en la conciencia de alguien, que quizás pudieron haberse evitado con un poco más de “mano dura” contra la delincuencia.
Sin embargo, el oficialismo de a 4T, al igual que en su momento hicieron PRI y PAN, afirma que “estos jóvenes andaban en malos pasos”, versión que ha sido desmentida por sus padres y su entorno social, que son “enfrentamientos entre grupos rivales del crimen organizado”, pero ahora también señalan que “estos es culpa de Calderón y Peña que dejaron un problema imposible de resolver”.
Lo que sea, México es un infierno, México no era así a pesar de todo lo malo que había, pero ahora tenemos un Presidente que ni siquiera dará el pésame a los familiares de los muertos y que cualquier cobertura mediática de este tipo de tristes sucesos, es sensacionalismo y amarillismo, pero la realidad abofetea a México día a día, la prensa solo informa de lo que pasa en el país, sin querer ser sensacionalista.
