ALFREDO AZCARTE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
En Mexicali, fueron alrededor de 4 mil 500 manifestantes en Centro de Gobierno, en CdMx el Zócalo no fue suficiente, en Querétaro la gente inundó el Centro histórico al igual que en Plaza a Fundadores San Luis Potosí, en Mérida alrededor de 15 mil personas y así se repitió en más de cien ciudades de México, su objetivo era externar su apoyo al INE como organismo, ante el Plan B de Reforma Electoral de López Obrador.
En gran parte de México, personas de estratos sociales diversos, ideologías encontradas o al menos distantes, se manifestaron en defesa del INE como organismo público, sin ataques, su argumento fue la utilidad del organismo electoral independiente, defendiendo su importancia en unan alternancia de poder.

No debe olvidarse el otro INE, de miles de personas que no ganan grandes sueldos, “hormigas trabajadoras”, coloquialmente hablando, la parte operativa, la que también es víctima de los ataques del Sistema, que han garantizado votaciones libres, de millones de mexicanos, una alternancia democrática sonde se escuchen todas las voces.
Ellos no son parte de ningún pasado siniestro, son mexicanos trabajadores que no votan en automático por consigna, muchos de ellos pueden haber votado por Morena, otros por ele PRI o el PAN o MC o PT o hasta por el Verde, ellos no son parte de esa mafia ellos no merecen perder el empleo, tienen familias que mantener.

En todo el país, gente de “todos los caminos de la vida” de muy diversas ideologías, ´pedía el derecho a disentir y ser escuchados en un debate de ideas y argumentos, un llamado a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que estudia inconstitucionalidad del Pan B sin agredir, insultar, con argumentos e ideas.
En este tipo de eventos, las cifras siempre son motivo de polémica, en Mexicali fueron 3 mil 500, los números en cada ciudad dependen de la fuente informativa, ero las imágenes hablan de un México que quiere ser escuchado, que se siente olvidado, repudiado, satanizado.

EL México de la diversidad ideológica, sin etiquetas de blanco o negro, una escala de gris, hacia izquierda o derecha, un verdadero dialogo y debate abierto entre Gobierno y oposición, sin insultar por un lado, sin condescendencia del otro y donde la definición no se confunda con la polarización ni la negociación con renuncia o negación.
Las voces del 26 de Febrero deben ser escuchadas, la respuesta del Gobierno es predecible, minimizarán cifras y relacionarán el llamado de esa gente, con temas no mencionados en las manifestaciones y después, convocarán a una marcha donde participarán todos los Gobernadores, Alcaldes, Diputados y Senadores de MORENA junto con miles de personas más.