ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Las MICHELADAS, antro en el Centro Histórico de Mexicali, fue clausurado porque fuera del lugar un hombre que presuntamente era empleado de seguridad del antro, mató a un cliente en una riña, un incidente violento y fatal más de los que suceden en antros de Mexicali, cada día más peligrosos.
MICHELADAS aseguró en boletín de prensa que el presunto homicida no trabajaba para el bar, la Secretaría del Ayuntamiento los multó con 150 mil pesos, dijo el Secretario del Ayuntamiento, Daniel Valenzuela, sin embargo, la versión de loa dueños o administradores del bar no queda muy clara y es muy dudosa.

Una vez más, los golpeadores que contratan los antros para “seguridad” se convierten en un peligro para los clientes, más que una garantía de seguridad, además de que el antro emite su “cartita” desentendiéndose de esta persona, lo cual puede o no ser cierto, de cualquier forma, MICHELADAS debería de aclarar quienes son sus elementos de seguridad y presentar su debido registro ante las autoridades estatales.
Pocos sectores están tan acostumbradas a la impunidad como los “guarros” que cuidan los antros, ya en alguna ocasión uno de estos “elementos de seguridad” resultó ser un secuestrador y ni el propietario del antro donde este plagiario “cuidaba de la tranquilidad” se había dado cuenta, por eso es necesario que las autoridades monitoreen a estas personas y su real preparación para ser “seguridad de antro”.
El problema de la seguridad en bares y antros es que se sienten “empoderados”, son prepotentes, y no es la primera vez que abusan de la fuerza para “someter borrachos mala copa”, incluso hay ejemplos como un antro de Avenida Aviación donde además de medio matar a clientes ebrios, vendían cocaína.
Es evidente la necesidad de personal de seguridad en antros, bares o cantinas, sin embargo, el problema es: ¿Qué clase de gente contratan? No basta que sean musculosos, con conocimientos de boxeo, lucha o artes marciales, deben cumplir una normatividad, presentar carta de no antecedentes penales.