por 
ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
LA animadversión contra España, que se ha desatado a partir de la llegada de AMLO al poder, es desconcertante para muchos, pedirle a los Españoles que pidan perdón a México además de mostrar mesianismo y monomanía, muestra una cara presidencial de venganza y rencor, de resentimiento que no tiene razón de ser.
Lo que conquistaron y dominaron los españoles ya se extinguió, de esos pueblos quedan muy pocos restos, las llamadas etnias, a las cuales ni el Presidente López Obrador ni un gran porcentaje de los mexicanos pertenecen, por lo que llamar a “pausar relaciones con España” sería una decisión personal de López Obrador, que nadie apoyaría, excepto sus allegados, su corte, su gabinete, su gente.
Los españoles de hoy nada tienen que ver con aquellos delincuentes, violadores y asesinos que llegaron con Hernán Cortés a conquistar Tenochtitlán, deslumbrados por la ambición del oro de los Mexicas, encabezados por un timorato y supersticioso Moctezuma, fue una masacre y un genocidio, sí, pero eso es historia de medio milenio, las cosas han evolucionado, cambiaron.
En efecto hay empresas españolas corruptas, pero también en México, de todos los partidos y tendencias, es visible y evidente la animadversión contra ciertos grupos, no se trata de “poner en pausa” la relación con España, que tiene muchas cosas positivas, al igual que negativas, pero al parecer tenemos una 4T que solamente ve lo negativo, lo malo y se “ceba” en ellos, dándose baños de pureza ante el pasado, pero sin 5rabajar por el futuro.
Los atavismos presidenciales ponen a México a balancearse entre la cordura y la razón, pedir a España pida perdón a México es como si los habitantes de Michoacán y Tlaxcala, exigieran que los “chilangos” les pidan perdón, porque ellos viven en la ciudad donde vivían los Mexicas que tanto daño hicieron a esos dos pueblos.
Vivimos en un régimen que no sabe mirar para adelante, que gusta de mirar atrás buscando agravios y señalando absurdos como aquel otro de que el Papa le pida perdón a México, es preocupante que quien lleva las riendas de un país cualquiera, en este caso México, viva en el pasado con rencores y resentimientos que ni siquiera le corresponden a él.
Necesitamos un Gobierno que sepa mirar hacia adelante, en efecto venimos de regímenes autoritarios y corruptos, dejaron un país problemático, pero los problemas no se arreglan atacando a quienes cuestionan a AMLO, no se puede decir “el PRIAN robó más” “el PRIAN mató más” “el PRIAN fue más autoritario”, porque el primer error es que están reconociendo que roban, matan y son autoritarios . . . “pero solo tantito”.
