ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Murió Diego Armando Maradona, un símbolo del futbol mundial, versiones afirman que un ataque cardíaco terminó con una vida de fábula, que fue de la gloria deportiva a las profundidades del vicio de la cocaína, los informes indican que murió en su casa de Nordelta, provincia de Buenos Aires a la edad de 60 años.
El mejor jugador de la historia del futbol argentino, la estrella que brilló en México 86, el que revolucionó el soccer en Italia y España, un jugador que se echaba el equipo al hombro y logró llevar a la selección de su país a dos finales de Copa del Mundo, perdiendo una solo por el penal que le regaló un ´árbitro “mexicano” a los alemanes.
La “mano de Dios” y la forma en que se llevó a casi todo el equipo inglés por media cancha, su inolvidable debut en el Mundial España 82 contra Bélgica y ese juego inolvidable contra Inglaterra en que su patria sintió que los vengaba de la guerra de Las Malvinas, su país, Argentina, hasta una Iglesia le dedicó.
Según informan medios de comunicación argentinos, el ‘Pelusa’, quien tenía 60 años, se descompensó y no pudo ser reanimado por los médicos, que llegaron en nueve ambulancias al lugar para asistirlo.
Diego había sido operado en su cabeza por un hematoma subdural, pero había sido dado de alta al recuperarse con éxito de la intervención, según comunicaron los médicos y familiares. Antes, había tenido cuadros depresivos que preocuparon a su círculo íntimo.
‘El Pelusa’ nació el 30 de octubre de 1960 en un barrio humilde de la Provincia de Buenos Aires. Creció en una zona pobre del partido de Lomas de Zamora, conocida como Villa Fiorito, donde descubrió su amor por el fútbol en un potrero llamado Las Siete Canchitas.
Maradona ganó muchas cosas importantes en el fútbol. En orden de relevancia: un Mundial de fútbol, dos ligas italianas, una copa de Europa, dos copas italianas, una supercopa italiana, una copa del Rey de España, una liga argentina y un Mundial juvenil, entre otras cosas.
Además, fue máximo anotador de la liga italiana, tres veces goleador del torneo argentino y enésimas veces premiado como “el mejor de la historia”, “el mejor del siglo”, “el mejor de las copas del Mundo”.
Sus triunfos deportivos lo llevaron a ser embajador de la Unicef y la FIFA, “maestro inspirador de sueños” de la Universidad de Oxford y entrenador de equipos en México, Bielorrusia y Emiratos Árabes, entre otros, y de la selección argentina.
El talento de Maradona le dio al fútbol una creatividad inédita en los años 80: con una rapidez física y mental extraordinaria, con una motricidad fina impecable, el argentino de un 1,65m de altura ponía la pelota donde las leyes de la física no parecían aplicar. Si no era futbolista, Maradona bien podría haber trabajado para un circo.
LA MANO DE DIOS
La mano de Dios es el nombre con el que se conoce al gol anotado con dicha parte del cuerpo por el futbolista argentino Diego Armando Maradona en el partido entre Argentina e Inglaterra por los cuartos de final de la Copa Mundial de Fútbol de 1986, disputado el 22 de junio de 1986, en el Estadio Azteca de la Ciudad de México. Fue antirreglamentario, intencional y determinante para el triunfo argentino por 2:1. El otro fue el llamado «Gol del Siglo», también marcado por Maradona.
El propio Maradona declaró luego del partido que el tanto lo había marcado “un poco con la cabeza y un poco con la mano de Dios”, y a partir de allí la prensa mundial lo bautizó.
Tras el primer tiempo, el partido aún estaba empatado. Maradona comenzaba a desequilibrar el encuentro, y cuando corría el minuto 6 del segundo tiempo llegó una de las jugadas más polémicas en la historia de los mundiales: Maradona tomó el balón fuera del área y con la pierna izquierda se lo pasó, entre varios defensas ingleses, a su compañero Jorge Valdano, quien intentó llevarlo, pero el esférico fue interceptado y lanzado atrás y arriba, en su afán por despejar, por el defensor Steve Hodge.
Por la inercia de la jugada, Maradona habría quedado en fuera de juego, pero por venir el balón de un contrario fue correctamente habilitado. Ya dentro del área y con la pelota cayendo, Maradona fue en su búsqueda a la par del guardameta Peter Shilton, 20 centímetros más alto que él. Shilton saltó adelantando su mano derecha, al mismo tiempo que Maradona lo hacía con el brazo izquierdo extendido. El puño del jugador argentino, cercano a su cabeza, golpeó antes el balón, que rodó hacia la meta. Maradona comenzó a festejar, mirando de reojo al árbitro y al juez de línea, y se relajó cuando el gol fue convalidado.
El árbitro Ali Bennaceur, de Túnez, validó el gol, pero tras los reclamos de los jugadores británicos pidió consejo a su segundo abanderado, quien ratificó el tanto. El fotógrafo mexicano Alejandro Ojeda Carbajal inmortalizó este momento en una fotografía en que se ve claramente el golpe con la mano.