por REDACCIÓN
THE BAJA POST
Por ser productos destinados a generar inmunidad contra enfermedad, mediante el estímulo a la producción de anticuerpos, las vacunas tienen características que requieren de una logística especializada para su distribución, en pro de conservar sus cualidades.
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, la mayoría de las vacunas deben conservarse en una temperatura con un rango de variación máximo permitido entre los 2 ºC y 8 ºC, desde su elaboración hasta que es administrada al paciente.
Lo anterior, aunado a la urgencia de prácticamente todos los países del mundo por frenar los contagios, obliga al planteamiento, ¿está lista la industria logística para enfrentar el reto de la distribución de la vacuna para prevenir el COVID-19, una vez que se autorice una fórmula para su distribución masiva?
“En primera instancia la respuesta implica una reflexión no tan favorecedora, pero esta coyuntura representa un reto que ha forzado y seguirá forzando la transformación de las industrias implicadas tanto en los procesos de fabricación para las empresas farmacéuticas, como para los actores en la industria logística que sirven como interfaces con el mercado”, apuntó el Mtro. Sergio Robles Mejía, Coordinador y Académico de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad Campus Internacional Ensenada. Al acelerado proceso de producción del fármaco capaz de detener la propagación del nuevo coronavirus, le sucederá la necesidad de un proceso de distribución igual de rápido y eficiente.
