por ALFREDO AZCARATE
THE BAJA POST/EDITOR
La cerveza que el Ayuntamiento decomisó, fue porque se detectaron camionetas y otros vehículos que transportaban cerveza de manera irregular, ilegal, por ello es que se decomisó la cerveza, explica Marina del Pilar Ávila Olmeda, quien hace una semana anunciara que se pondría a la venta esa cerveza y con el ingreso se beneficiaría al Centro de Control Animal, desatando fuertes críticas por resultar (hasta cierta medida) ilegal hacerlo.
Más allá de las críticas y ataques a Marina, ella dio marcha atrás en este tema, sin embargo, la sociedad que la crítica parece olvidar algo, que esta cerveza era transportada sin permisos necesarios, que forzosamente tenía un destino, seguramente alguno de esos puntos donde venden de la peor cerveza (esas mal llamadas cervezas Tecate Light, Bud light, Ultra, etc.) y la ofertan a precios abusivos, lo cual destapa uno de esos esquemas de “creatividad empresarial”.
El transporte de esa cerveza y la aparición esporádica de “doces” de cerveza a la venta en casi el triple de su precio y a solo un 24 por persona, es una muestra de que un grupo de empresarios y/o comerciantes están haciendo muy buen negocio con la cerveza, no sería raro que incluso gente de las cervecerías estuviera involucrada, el ejemplo es que paquetes de 12 cervezas que normalmente cuestan entre 100 y 120 pesos, son vendidos en 260 pesos . . . ¿Quién está detrás de esto? . . . O ¿Quiénes?.
En una época en que los empresarios lamentan que haya una “ley gandalla” ellos parecen olvidar que el gandallismo, agandalle o como se le llame, surge de lo que ellos llaman “economía de libre mercado” que es una especie de Ley de la Selva donde el pez grande se come al chico, donde el más fuerte y poderoso impone su voluntad y cuando encuentra obstáculos hace uso de su poderío económico y socio-político para presionar desde su selvática “economía de mercado”.
