REDACCIÓN
THE BAJA POST
Samuel García es un nené de papi que creció a la sombre del poder económico de su familia y ahora “se la creyó” ´porque, como el burro que tocó la flauta, ganó la Gubernatura de su Estado, montado en Movimiento Cómplice (o también Ciudadano) para convertirse en un idiota útil para alguien que cree que puede ser Presidente, compitiendo tras la protección de esa “ola naranja”.
Samuel García es un “niño fresa” que repentinamente se convirtió en Gobernador de Nuevo León compitiendo por el Movimiento Ciudadano, una empresa de 32 franquicias políticas repartidas en los Estados de la República, cuyo CEO o Presidente del Consejo de Administración se llama Dante Delgado quien manda en ese infierno naranja y lo convenció que puede ser Presidente.
Samuel García ha llegado a creer que tiene talento, que es buen empresario, que económicamente está por encima de la gente, dándole el beneficio de la duda, lo más probable es que sea el típico “mi rey” que nunca tuvo que remar contra corriente en esta vida y eso pone en tela duda su verdadero talento, además de que su discurso lo desnuda y lo que se ve es un “juniorcete”.
Samuel García es un instrumento de ese perverso Dante, que se merece un ratito de tortura en cada círculo del Infierno, que reniega de su ADN Priista, que estuvo en la cárcel, que con su foto ocultaba los genitales de manifestantes desnudos, que marchaban en la CdMx, protestando contra él, quien con su voz de ultratumba dice encabezar una oposición responsable pero solo quiere negociar con el nuevo presidente o nueva presidenta.
Samuel García está ciego de vanidad y soberbia y no ve que es simplemente el empleadillo de Dante, quien lo usará para contrarrestar fuerza a la posición verdadera, favoreciendo a MORENA y así al llegar Sheinbaum a la presidencia pedirá “huesos” o sea posiciones políticas en el poder parar después venderlos o rentarlos, práctica común de su NA NA NA NA Naranja, un seudo partido que es más bien una franquicia política abierta a hacer negocio.
