por 
ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
El Fondo Nacional para Emergencias (FONDEN) fue eliminado por la Cuarta Transformación de AMLO y MORENA, porque “eran unos corruptos y nosotros venimos cambiarlo todo, no somos iguales” pero no ha surgido ningún instancia que sustituya a dicho Fondo y ahora que un Huracán de Categoría 5 causó graves daños el residente minimiza el problema.
En cualquier Gobierno, de cualquier país, el Presidente ya hubiera dado un vuelo de reconocimiento y hecho acto de presencia por acapulco y otras zonas afectadas por el huracán Otis, pero ahora todo es diferente y cerrar ojos y oídos, pero decir que “no ha pasado nada” es la táctica presidencial para enfrentar los problemas, es decir ignorarlos hasta que se vayan.
Lamentablemente para los guerrerenses y aquellas personas que viven en Acapulco, los problemas en estos momentos son enormes, no hay energía eléctrica, no hay comunicación con el puerto, hay incertidumbre, pero eso no molesta al Presidente cuya prioridad parece centrarse en lo electoral, lo importante es seguir dándole al pueblo el dinero “que se robaban los Presidentes anteriores”.
La situación es grave en Acapulco, pero para el actual régimen no es nada, quien diga que en este caso se necesita el FONDEN, es cómplice de la extrema derecha y el bloque opositor que tanto odian al Presidente y quieren recuperar sus privilegios, pero los acapulqueños, ricos y pobres lo que quieren es apoyo, no les importan ideologías ni nada, quieren auxilio en esta situación.
Pero para la actual Presidencia de la República, las voces que piden auxilio y ayuda enante el golpe del Huracán Categoría 5, la misma magnitud del Katrina y Gilberto, dos de los más dañinos huracanes que han impactado en Norteamérica, son tan solo los “enemigos del Presidente” que quieren regresar a sus tiempos de corrupción y privilegios, como los que ahora gozan López Obrador y sus allegados familiares y políticos.
Al parecer la naturaleza le ha puesto un tapabocas o un bozal, una mordaza al discurso arrogante y de autoelogio de la Cuarta Transformación que asegura ser “diferente” y lo ha demostrado, pero eso no significa que sea mejor, porque en su afanoso baño de pureza y eliminación de lo ven como corrupto, han eliminado instancias que eran muy necesarias como (en este caso) el Fondo Nacional de Emergencias.
