por 
ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
No se puede hablar del rock mexicano sin mencionar a Javier Bátiz, el “brujo”, al “Batisferio”, la leyenda urbana que afirma que guio a Carlos Santana antes de que éste se fuera a San Francisco, así fue que estuvo en Mexicali esta semana para recibir un reconocimiento a su trayectoria, que él afirma son 60 años de hacer música.
Sigue haciendo música, su música, rock, rhythm and blues, blues, las etiquetas salen sobrando cuando se habla de Javier Bátiz, basta oírlo tocar un solo de guitarra para percibir, sentir, escuchar la magia que sus dedos hacen en su “Tijuanera” una guitarra mandada a hacer especialmente para él.
Hace varios años, cerca de una década, Javier Bátiz inició un proyecto para atraer a niños y jóvenes de Tijuana a la música, a la guitarra para ser más específicos, en una especie de búsqueda de talentos, porque Javier nunca ha sido egoísta y busca dejar un legado entre los jóvenes que tengan inquietudes y habilidad para el instrumento.
Honrado en la Cámara de diputados, por iniciativa del diputado Ramón Vázquez y ahí estuvo puntual a la cita, convivió y saludo a varios diputados, para después pasar al pleno donde los legisladores lo recibieron en un ambiente festivo.
Estuvieron cerca de él, entre otros diputados y diputadas: Alejandrina Corral, Manuel Guerrero, Víctor Navarro y varios más, Javier Bátiz respondió amablemente y entre bromas todas las preguntas de los medios de comunicación y presentó a su “amigo más querido y alumno más aventajado”.
Y no, no era Carlos Santana, que Javier dice que es su amigo pero no el más querido, ni su alumno más aventajado, recordó que Carlos de repente se comercializó demasiado, pero de cualquier manera se le nota un respeto por su “ex alumno”, siempre con buen humor, el “brujo”, respondía y bromeaba con reporteros y con quien pasaba por el vestíbulo del edificio del Poder Legislativo.
