ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
En este regreso al pasado que hemos vivido los últimos 5r5es años, estamos ante uno de los momentos decisivos para la vida política de México, con el intento de Reformar al INE, un organismo de sociedad civil, independiente y ciudadano, que el Presidente López Obrador considera un bastión del “Conservadurismo”, por eso ha calificado la marcha en defensa del INE como un grupo de gente que quiere regresar al pasado corrupto y recuperar sus privilegios
EL Domingo 26 de Febrero organizaciones ciudadanas de todo México harán una marcha para protestar contra la Reforma Electoral que fracasó peros se convirtió en el llamado PLAN B, que busca quitarle todas sus prerrogativas al INE, para regresar a los tiempos en que las elecciones eran organizadas desde a Secretaría de Gobernación.
Alrededor de un centenar de ciudades del país, serán escenario de la marcha para defender al INE, una manifestación que el Presidente ha calificado como una defensa de la corrupción por el “bloque conservador” que es un enemigo quijotesco, un molino de viento” que él ve como enemigo.
El Instituto Nacional Electoral (INE) inició a principios de la década de los 1990’s bajo el nombre de IEE (Instituto Estatal Electoral) que surgía como un organismo independiente, conformado por ciudadanos, cuyo objetivo principal era dejar atrás una Comisión Federal Electoral (CFE) de la Secretaría de Gobernación.
En esos tiempos el Gobierno Federal (es decir el PRI) controlaba todo lo referente a elecciones, generando así un México donde un Partido Político tenía el poder político en todos los sentidos, una “dictablanda de partido” que tomó años desarticular y poder tener un organismo independiente para organizar todo lo referente a las elecciones en México.
Los partidarios de López Obrador, no creen que el INE haya jugado un papel importante para que él pudiera llegar al poder, ellos siempre están de acuerdo con lo que diga el Presidente porque es una de las reglas no escritas del nuevo sistema político llamado 4T: No debe haber pensamiento independiente.
“Es tiempo de definiciones, no hay justo medio”, ha dicho AMLO en repetidas ocasiones y si lo analizamos bien es un mensaje que dice más o menos lo siguiente: “Esperen a que el Poder Ejecutivo diga algo y pronúnciense de acuerdo, sin comentarios ni ideas propias, o están con el Sistema o están contra él”, en una ideología de BLANCO o NEGRO.
Un México polarizado, con el empoderamiento de una “izquierda” (que realmente es un autoritarismo digno de Pinochet, Videla, Stalin o Castro) y una población dividida en “chairos y fifís” en “nosotros y los conservadores”, donde cualquier intento de pensamiento libre o ideas independientes son consideradas traición, vivimos tiempos de oscurantismo.