REDACCIÓN
THE BAJA POST
Culiacán vuelve a arder después que la madrugada del jueves 5 de enero fuera detenido Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” y cabeza del cartel de Sinaloa, de la facción conocida como la Chapiza, su arresto detonó narcobloqueos y balaceras, al grado que se le pidió a los habitantes de la capital sinaloense que no salieran de sus casas.
De acuerdo a fuentes bien informadas, hubo cuatro militares muertos y Ovidio Guzmán ya fue trasladado al Campo Militar Número Uno en la CdMx, se especula que podría ser deportado a los Estados Unidos y se ha descartado toda posibilidad de que lo vuelvan a liberar, cabe aclarar que esta detención se da a cuatro días de la visita de Joe Biden a México.
Junto a sus hermanos Archivaldo, Alfredo y Edgar, conforman la facción de los” chapitos” o “chapizza”, que se enfrenta a los Rusos, que se dice representan al ex aliado de su padre, Mayo Zambada, con quien ahora tienen serios enfrentamientos por el liderazgo del Cartel de Sinaloa, de acuerdo a información extraoficial.
Un avión de gobierno fue balaceado en el aeropuerto de Culiacán, mientras los bloqueos con camiones se repetían, vehículos incendiados y disparos con armas de alto poder por varios puntos de la ciudad, mientras medios de comunicación difundían mensajes para que la gente se quedara en sus casas.
Recordatorio del “Culiacanazo” del 17 de Octubre de 2019, cuando habían detenido a Ovidio y la ciudad se convirtió en un enorme camp de batalla, hasta que el presidente López Obrador dio la orden de liberarlo, “para no arriesgar vidas de inocentes” en una clara muestra de superioridad táctica de los sicarios del Cartel de Sinaloa.
Las consecuencias que esto puede raer a Mexicali son preocupantes, debido q que se libra una “narco-guerra” entre los grupos conocidos como Chapizza y Rusos, quienes son dos facciones de Cartel de Sinaloa que son enemigas entre sí y han librado violentas batallas en el Valle de Mexicali y la zona San Luis Río Colorado, Sonora.