ALFREDO AZARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
“A lo mejor aún soy muy inocente y confío en la justicia, confío en que harán bien su trabajo porque son demasiadas niñas y las niñas no mienten, cuando tu hijo te diga algo así, créele”, afirma Dulce María Angulo, madre de una de las 16 niñas que sufrieron abuso sexual a manos de RICARDO ROBERTO “N”, quien era maestro interino de la Escuela Leona Vicario.
Los señalamientos contra RICARDO ROBERTO “N”, maestro en Escuela Leona Vicario y otros planteles, eran claros, pero la ineficiencia de las autoridades facilitó que el presunto implicado huyera, la Secretaría de Educación ignoró por completo el protocolo para estos casos y en la Escuela Leona Vicario, injustamente, corrieron al director, como chivo expiatorio.
El caso inició cuando una niña señaló el abuso sexual por parte de este tipo y con los días se agregaron otras, afirmando haber sido víctimas del maestro interino, originario de Villahermosa, Tabasco, en la Escuela Leona Vicario y otro plantel educativo, pero le tuvieron más confianza al maestro que a la niña, por eso no lo detuvieron antes de la audiencia.
La Escuela y la Secretaría de Educación, prefirieron evitar escándalos y solo movieron al presunto violador RICARDO ROBERTO “N” a la subdirección y no fue detenido, con la justificación del Fiscal Ricardo Carpio de que estaba a la disposición de las autoridades judiciales y estaban seguros que el 16 de Diciembre se presentaría a audiencia de imputación, pero el presunto autor del abuso sexual, nunca llegó a la sala del Poder Judicial.

Escapar de esta acción lega, es casi admitir su culpabilidad, sin embargo desde un principio, la falta de acción contundente por parte de las autoridades educativas y de lal FGE, hacía prever que esto sucedería y por no seguir los protocolos que debaría la Secretaría de Educación de B.C. y la Escuela Leona Vicario que puso su “prestigio” por encima del bienestar de estas niñas, el cobarde presunto violador, logró huir.
Por eso, las madres de familia de las afectadas han emprendido jornadas de volanteo y han colgado lonas por toda la ciudad buscando que no queden impunes los 14 casos de abuso sexual que el maestro RICARDO ROBERTO “N” presuntamente cometió y al parecer tienen que hacer el trabajo para solucionar la cobarde fuga del maestro, ya que no se le detuvo bajo argucias legales de la defensa, que un supieron contrarrestar las autoridades.
No solo son las 14 niñas víctimas de la Escuela Leona Vicario, más otras dos en otro plantel escolar, donde al parecer también “se le cayó el teatrito” al maestro, en un caso en que las autoridades educativas del Estado no siguieron los protocolos para este tipo de delitos y tanto la Secretaría de Educación como la Escuela Leona Vicario, pusieron su “prestigio” y “buen nombre” por encima de las niñas víctimas de un presunto degenerado, que al no presentarse a la audiencia casi admite ser culpable de esta abominación.