ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
IMAGEN: jdblack
Anuncia la SADER (Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural) pizca de 14 mil 065 hectáreas de algodón en el Valle de Mexicali, un avance del 81.66%, en relación a las 17 mil 223 hectáreas sembradas en 2022, cifras muy por debajo de las superficies sembradas en los grades tiempos del cultivo algodonero.
El cultivo algodonero jugó un papel histórico muy importante en el desarrollo y crecimiento de Mexicali, con valle agrícola y como ciudad, alrededor de la primera mitad del Siglo XX, se hicieron fortunas y enormes patrimonios en Mexicali gracias a este cultivo que incluso llegó a ser llamado el “oro blanco”, con enormes superficies de algodón, primero para beneficiar a los extranjeros que le rentaban a la Colorado River Land Company y a partir de 1937, para los agricultores mexicalenses.

EL rancho algodonero más grande del mundo, decía William Randolph Hearst de Mexicali, él era propietario de la Colorado River Land Company y tenía alrededor de 200 mil hectáreas en el Valle de Mexicali, les rentaba ranchos enteros a americanos, rusos, japoneses y otros agricultores extranjeros que hacían enormes negocios con el algodón de Mexicali, que, además, era de una gran calidad.
Las grandes superficies de algodonero variaban, pero en 1948-1950 la superficie sembrada del “oro blanco” rondaba las 150 mil hectáreas y la producción superó las 100 mil pacas, generaba enormes ganancias después en los 70s y 80s, hasta parte de los 90s se lograban rendimientos de 6 pacas por hectárea, que implicaba menor superficie, pero rendimientos mucho mayores.
Sin embargo, es la política agropecuaria del Gobierno Federal la que se ha centralizado, que pasa por alto el gran potencial del Valle de Mexicali, donde las parcelas más pequeñas son de 20 hectáreas, gracias a Hipólito Rentería y sus compañeros que lograron que las tierras fueran para mexicanos que llegaban a “clemar” sus terrenos desde todos los rincones del país.
EL algodón decayó en los 60s, pero surgio el trigo, que también logra rendimientos muy superiores a otras partes de mundo y libre de carbón parcial es el otro cultivo que impulsó al Valle de Mexicali, hoy perdido entre la indiferencia y la violencia.