ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
El asesinato de John Lennon marcó el 8 de Diciembre de 1980 como un día triste termina el sueño, murió un regreso de los Beatles, se fue una figura icónica, un comunicador, artista, político, dibujante, provocador, nunca fue a la universidad, su tía l dijo que nunca iba a ganar un quinto cantando con la guitarra, cuando lo asesinaron un cuarto de siglo después, el niño irreverente se había convertido en incómoda piedra en el zapato del poder mundial.
El 8 de Diciembre no es solamente fecha de luto, también es de nacimiento, en un día como ese llega al mundo Jim Morrison, el Rey Lagarto, un joven estadounidense, inquieto y caprichoso, poeta maldito y cantante que dio voz a su generación, generó motines en sus conciertos e invitó a la juventud a rebelarse que no fue asesinado, cuya muerte quedó como un misterio.
Por su parte, Lennon detractor de la aberrante guerra de Vietnam, amigo de radicales como Jerry Rubín y Abbie Hoffman, neo-revolucionarios que incomodaban a gente muy poderosa, cuando se mudó a vivir a Nueva York, el Gobierno de Nixon lo quiso deportar y después de casi 5 años de batallas legales, se queda en Nueva York, provocando así la ira del genocida de Camboya, Richard Nixon.


“Soy el rey Lagarto, puedo hacer lo que quiera”, dijo alguna vez Morrison, que además de ser poeta y realizador fílmico, se unió a otros tres jóvenes, formaron The Doors para hacer una de las muestras más originales de música que, con sus poemas, generaron canciones que también dieron la vuelta al mundo y sus conciertos eran ceremonias de histeria masiva, donde Morrison invitaba al público a enfrentar lo establecido.
Lennon y Morrison son dos figuras icónicas que, más allá de otros grupos o cantantes, han trascendido generaciones, adolescentes de los 70s, 80s, 90s, 2000s y demás décadas, lo recuerdan y admiran, escuchan su música y lo han convertido en un símbolo de rebelión y protesta junto a Lennon, legando a ser algo más que rockeros rebeldes para ser casi íconos culturales.
Son 40 años de la muerte de Lennon y 50 de la muerte de Morrison, casi contemporáneos, John era un poco más grande, pro dos voces que se escucharon más allá de la música popular, más allá de la imagen del típico ídolo adolescente, para convertirse en generadores de conciencia, tal vez a través de un mensaje que tal vez no era el que ellos querían enviar sino el que el inconsciente colectivo ha interpretado a través de los años.


