ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Promiscuidad política, término usado por AMLO para criticar y satanizar una unión de partidos de oposición (PRI, PAN, PRD, etcétera) con representantes del sector empresarial, como Gustavo de Hoyos Walther y Claudio X. Gonzáles, entre otros, quienes al parecer quieren formar una unión opositora y el Presidente los llama promiscuos y critica seriamente esta alianza opositora.
La respuesta de Gustavo de Hoyos, uno de los líderes del sector privado y un antagonista de AMLO, dijo que se trata de una unión multilateral que tienen la meta de contener las acciones de mal gobierno que implican las políticas públicas surgidas de la 4T y están en todo su derecho de hacerlo.
López Obrador olvida que en su 4T y Gobierno de MORENA se ha dado cabida a ex militantes del PRI, PAN y PRD, que en sus filas hay gente que creció políticamente con Salinas, como Manuel Ebrard o que tiene una enorme cola de PRINOSAURIO Jurásico como Manuel Bartlett, entre otras muestras de su propia promiscuidad.
El foro en cuestión incomoda y, para muchos, asusta a López Obrador, quien con su término de “promiscuidad política” ha demostrado carecer de tolerancia en muchos sentidos, además de satanizar la oposición de cualquier tipo y huir o evitar el debate con el argumento de “no me voy a enganchar” en ataques y agresiones y con ese pretexto no responde a los cuestionamientos.
EN tiempos de “otros datos”, “chairos y fifís”, “prensa enemiga” y muchos otros términos donde AMLO de una perversa y Goebbeliana manera, ha logrado “hipnotizar” sectores de la sociedad que ven desde gente de muy bajo nivel educativo a grandes doctorados y “mentes eminentes”.
La oposición tiene todo el derecho de unirse y merece el respeto de AMLO, quien al menos debería recordar que muchos de sus principales aliados, como Bartlett han sido acusados de corrupción y hasta de estar relacionado en el caso Kiki Camarena, independientemente que fue quien, desde la Secretaría de Gobernación, le quitó a la izquierda el triunfo electoral de 1988, cuando “se cayó el sistema”.
Tal vez si tuviera un poco de sentido autocrítico, AMLO podría ver que muchos en el país están empezando a sentir efectos negativos de las medidas que ha tomado, un ejemplo es la gente “del pueblo” a la que se le prometieron apoyos “sin intermediarios” que no han recibido apoyos directos, como en el caso de los desastres naturales, donde se eliminó el FONDEN (Fondo Nacional de Emergencias) y no han recibido su apoyo directo.
Parece que la 4T sí pudo eliminar Fondos, Fideicomisos y otras instancias de apoyo a la sociedad civil, pero no ha podido o no ha querido dispersar los recursos para apoyar a quienes estas instancias ayudaban, sin embargo, la repetición propagandística López Obradoriana, ha logrado permear hasta en cerebros privilegiados de esos que tienen “doble doctorado” mostrando así el poder de su propaganda.