ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Mil 800 migrantes hondureños, junto con un puñado de Salvadoreños y Nicaragüenses, entraron a Guatemala y trataban de llegar a la frontera con México para cruzar tierras aztecas hasta el norte e intentar el ingreso a los Estados Unidos, sin embargo, casi dos millares de ellos fueron repatriados.
Sin embargo, una nueva ola de migrantes hondureños sigue tratado de entrar a México, pero las autoridades guatemaltecas los forzaron a retornar a su país, sin embargo, cada vez hay más hondureños pidiendo monedas o dinero en los semáforos de Mexicali, al parecer el 15 de enero se abrieron las fronteras de Honduras y los migrantes empezaron a pasar por Guatemala para llegar a México.
En un comunicado, el gobierno guatemalteco reclamó al de Honduras por no respetar acuerdos migratorios y “abrir la puerta” para que miles de migrantes “catrachos” entren a Guatemala, buscando llegar a México para cruzar el país y buscar entrar a los Estados Unidos, incluso hubo una reunión entre funcionarios de México, Honduras, EL Salvador y Guatemala donde se tomaron acuerdos para afrontar el éxodo de hondureños.
Sin embargo, de acuerdo al Gobierno guatemalteco, los acuerdos para una migración dentro de lo legal y una repatriación de quienes desearan volver a su país, no se respetaron, se abrieron las fronteras hondureñas y de manera caótica, desordenada y hasta violenta, los migrantes catrachos salieron en estampida hacia Guatemala.
Huyen de la violencia y la pobreza, del autoritarismo y represión, no hay empleo y las pandillas llamadas “maras” los amenazan y se llevan a sus hijos e hijas, para explotarlos de diferentes formas, pero el discurso oficial del Presidente López Obrador respecto a esa olead migratoria ha cambiado, mientras en 2018 casi les daba la bienvenida, ahora poco más de dos años después se les rechaza, sobre todo por el tema de la pandemia.
Pero efectivamente en Mexicali empiezan a verse a los hondureños, pidiendo una moneda, no se sabe si son deportados de Estados Unidos o si han llegado a la frontera para tratar de cruzar al “otro lado”, pero cada día se ven más, a pesar de la pandemia y demás problemas pareciera que lega otra marejada humana de hondureños a esta frontera.
Los refugios y albergues para migrantes en Mexicali están tranquilos, ALFA-OMEGA, COVIMA y el HOTEL DEL MIGRANTE, en el primer cuadro de Mexicali se ven tranquilos sin mucha gente, pero en cualquier momento podría llegar una gran cantidad de migrantes y esos organismos civiles, que en otros tiempos aportaron una gran ayuda para sobrellevar el problema, no están recibiendo nada de apoyo del Gobierno Federal, “solo en especie” ha dicho el Delegado Federal Único en Baja California, Alejandro Ruiz Uribe.
Reiteró que no hay apoyo económico para los centros de ayuda y refugios para migrantes, solamente en especie, nada de recursos económicos para ellos, porque en la 4-T existe la convicción de que todos estos organismos de la Sociedad Civil son corruptos y se roban los apoyos económicos, una generalización que ha hecho que paguen “justos por pecadores” en lo referente al apoyo a todo tipo de Asociaciones Civiles, ante el pragmatismo y la inflexibilidad del gobierno de López Obrador, quien ha juzgado de manera sumaria a todo este sector.
Mientras no haya una equidad social en todos los sentidos en Honduras y otros países centroamericanos, las caravanas seguirán formándose y llegando a México, son miles de seres humanos que huyen de la injusticia y la represión, la violencia y la extorsión y la falta total de oportunidades de trabajo o educación para los jóvenes de aquellos países.
http://www.cndh.org.mx/introduccion-atencion-a-migrantes