Elementos de la Fiscalía General del Estado en coordinación con agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Mexicali desarticularon una célula delictiva que planeaba iniciar operaciones criminales en la capital del Estado, decomisando armas, munición y equipo táctico que permite suponer que se trataba de una célula de algún cartel poderosos, sin embargo aún se investiga para determinar de dónde venía este numeros grupo de choque.
Derivado de una denuncia anónima al 089 donde alertaban que en un domicilio ubicado en la colonia Independencia, se observaba la presencia de varios jóvenes que mantenían una actitud sospechosa, entraban y salían constantemente de un inmueble, además portaban armas de fuego, esta célula delictiva parecía estarse preparando para algo “grande”.
Tras constatar la información se estableció un operativo en coordinación con agentes de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Mexicali, la Guardia Estatal de Seguridad y Agencia Estatal de Investigación logrando asegurar a once jóvenes que se encontraban en la vivienda ubicada en la calle Víctor Rosales No. 817.

Los detenidos se identificaron como: Juan Antonio “N”, Jesús Gabriel “N”, Alejandro Javier “N”, José Alberto “N”, Luis Fernando “N”, Humberto “N”, Luis Fernando “N”, Jorge Alberto “N”, Pedro Adolfo “N”, Jorge Alberto “N” y Jorge de Jesús “N”, todos originarios del Sinaloa.
De acuerdo a la información recabada por parte del personal de análisis de la GESI, se estableció que hace aproximadamente dos días, fueron reclutados de un centro de rehabilitación denominado Jóvenes de Mazatlán Una Oportunidad de Vida A.C., esta asociación se localiza en la calle Emiliano Zapata, número 25, Mazatlán, Sinaloa, por lo que al parecer la célula delictiva era un brazo del Cartel de Sinaloa.
Al decir de los detenidos todos ellos son adictos a distintas sustancias ilícitas. Agregaron que a dicho lugar, se presentaron distintos sujetos armados, uno de ellos fue el responsable de trasladarlos a Mexicali, donde se les pagarían dos mil pesos a la semana, por conformar una célula de sicarios bajo las órdenes de una facción del Cártel de Sinaloa.
Su principal función sería atacar o contener los avances en la ciudad y valle de los grupos contrarios, a través de lo que ellos denominaron como una “Limpia”. Además se determinó que la célula delictiva cuenta con al menos cinco sujetos, quienes serían los responsables de entrenar a los ahora detenidos.