REDACCIÓN
THE BAJA POST
Por la efectividad de su producción sostenible, limpia y saludable, los sistemas agroecológicos tradicionales constituyen opciones efectivas para hacer frente a los retos que derivarán de la pandemia generada por COVID-19, y garantizar la alimentación sana y equilibrada planteada en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Especialistas señalaron lo anterior al participar en el Simposio Satares. Sistemas Agroalimentarios Tradicionales Altamente Resilientes, con el que concluyó el Seminario Agroecosistemas: alimento, biodiversidad y resiliencia, organizado por la Secretaría de Medio Ambiente en coordinación con la Universidad Autónoma de Chapingo, en el marco del 8º. Congreso Internacional y 22º Congreso Nacional Agronómico.
Arturo Argueta Villamar, subsecretario de Planeación y Política Ambiental, afirmó que el conocimiento de las culturas originarias puede ser clave ante el desafío de la inseguridad alimentaria y que en 2019 afectó a 750 millones de personas en el mundo, según datos recientes de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Durante la clausura del encuentro, el cual fue compartido desde la página de Facebook de Semarnat 3,137 veces y reproducido hasta en 221 mil 260 ocasiones a lo largo de dos meses, el funcionario federal calificó de exitoso este seminario al reunir dos elementos fundamentales: se compartió y se dialogó.
Gracias a ello, explicó, se logró avanzar en el proceso de sistemas agroecológicos altamente resilientes y también se propició el desarrollo de una importante disciplina como la agroecología, un aporte latinoamericano al mundo al que debe darse la mayor atención durante el Decenio de las Naciones Unidas de la Agricultura Familiar 2019-2028.
Al compartir su experiencia en esta última sesión, Iván Román, productor de cacao criollo del Soconusco, destacó las bondades de este cultivo tradicional de los Mocaya (pueblo del maíz), ya que para su producción se requiere de un sistema agroforestal altamente diversificado con árboles forestales, frutales y fauna que ha favorecido un producto altamente resiliente y de gran valor económico y nutricional. Leydy Pech, productora de miel en Campeche, dijo que el grupo de mujeres Koolel Kab se dedica al rescate y preservación de la abeja melipona, con el objetivo de recuperar esta práctica cultural maya y aprovechar sus beneficios para la salud y la economía. Expuso que para garantizar la sobrevivencia de las meliponas es importante transmitir el conocimiento del manejo a las nuevas generaciones, además de generar espacios menos perturbadores para la crianza de esos insectos polinizadores.