REDACCIÓN
THE BAJA POST
A través de la historia, la creatividad, la invención y la innovación humana han llevado a encontrar nuevos horizontes de oportunidad en los negocios. En una era de constante evolución se ha hecho necesaria la existencia de parámetros y lineamientos generadores de equilibrio entre el libre mercado, la formalidad y los derechos humanos fundamentales.
El esquema de subcontratación, entendida por algunos como la externalización de la mercadotecnia o tercerización, no está exenta de dicha necesidad, explicó el Mtro. José Manuel Núñez Organista, Docente de la Escuela de Derecho de CETYS Universidad Campus Mexicali.
También conocida como outsourcing, la subcontratación es el proceso económico en el que una sociedad mercantil transfiere los recursos y las responsabilidades inherentes a ciertas tareas o servicios a una empresa subcontratista ocupada de actividades especializadas.
“El outsourcing ha encontrado importantes nichos de oportunidad en varias esferas de las actividades productivas, comerciales, mercantiles e industriales, insertándose a diversas economías tanto a nivel local como internacional”. Sin embargo, la implementación de este sistema de servicios no puede ni debe desvincularse de la esfera del derecho, enfrentándolo a un dilema centrado en el contraste entre lo que se puede y lo que se debe hacer desde el punto de vista empresarial, y en la aplicación de una perspectiva de respeto a los derechos humanos de los trabajadores.