ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Para el Gobierno de Baja California, gastar 6.5 millones de pesos para pintar un acueducto, para hacerlo “amigable” con el medio que lo rodea implicó también un daño ecológico porque el Gobernador y el titular de SEPROA olvidaron que la pintura de aerosol daña el medio ambiente, además de su negativa a reconocer que esos 6 millones de pesos podrían haber tenido mejor uso, “costo de oportunidad” y la muy personal manera de Bonilla de ver las cosas, se niega a admitir el daño ecológico que el aerosol le causó a la Rumorosa y a ver que hay reglas para los colores de los ductos.
El Morena-Gobierno de Jaime Bonilla, no admite sus errores, impone sus visiones, reprime a manifestantes de UBER, maneja el “doble discurso” de la literatura Orweilliana, afirmando cosas que van contra la realidad mirando a los ojos de la gente a pesar de que la realidad lo desmienta, reacciona con agresividad y sarcasmo a cualquier cuestionamiento de medios o público, un Gobernador que se niega a pisar la capital del Estado y le falta al respeto, una especie de “soviet de sarape”, a la mexicana, donde la verdad absoluta proviene del Estado, como en el triste caso del acueducto.
Cambiar el color del acueducto Río Colorado-Tijuana, no violenta ninguna norma y sí, en cambio, favorece el tono “arena” amigable con el paisaje de “La Rumorosa”, que muy pronto será declarado “Tesoro de la Humanidad”, dijo el gobernador Jaime Bonilla, sin embargo, hay dos cosas que parece pasare por alto, la primera es el daño ecológico que la pintura de aerosol usada, que realmente impacta el entorno.
Otro argumento que seguramente será desechado por el Gobernador, es que hay un código internacional de colores para identificar lo que conducen, en este caso debería ser azul, por tratarse de agua, pero como ya es costumbre seguramente será sarcásticamente desdeñado por Bonilla, quien afirma que el acueducto tenía 30 años si mantenimiento. Sin realmente tener pruebas al respecto.
Jaime Bonilla Valdez, respondió a pregunta y comentario de un internauta que identificado como Fidel Bellozo, quien envió el siguiente texto: “Feliciten al gober por el gasto de millones para cambiar de color el acueducto… ¿es esencial acaso?”, el gobernador Bonilla respondió: “Es muy sencillo… obviamente siempre tendremos nuestros detractores, es un acueducto que tiene 30 años sin mantenimiento… 30 años… y vamos a aprovechar, ¿por qué no?, para repararlo y darle mantenimiento y pintarlo”.
Añadió: “…se enojaron los panistas porque no lo pintamos azul… arguyendo de que tiene que ser azul, porque azul es vida… claro, la vida de ellos… lo pintamos de un color tierra para que no contamine el aspecto visual, un área tan preciosa como es La Rumorosa… que es única en el mundo… y debemos estar orgullosos de ello… de hecho, será clasificada como “Tesoro de la Humanidad” muy pronto”.
Considera que “…no se vale contaminar (no solamente con el color azul), y poner esos abanicos allá arriba, porque, simple y sencillamente contaminan el paisaje a la vista de todos, destruyen el panorama, y si lo podemos pintar de otro color, para que no contamine, lo vamos a hacer…”.
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En el tema al decir que “no es cierto de que la norma dictamina que tiene que ser de ese color (azul), eso es mentira… el azul, en norma técnica, es para el aire… y allí no pasa aire, aunque muchas veces, cuando no hay agua, pues sí, ¿verdad? … pero debe haber una reconstrucción o trabajos de mantenimiento que no se le había dado… los gobiernos anteriores lo tuvieron prácticamente descuidado, en el abandono, porque les costaba dinero y, para ellos, era más fácil robarse el dinero que gastarlo en darle mantenimiento al acueducto…”. Ya de manera personalizada, dijo al autor del comentario: “Entonces, me disculpas, Fidel… yo sé que tiene un mensaje y un sentido… no sé cómo te pueda afectar o le pueda afectar a una persona el hecho de que se le de trabajo a un equipo de gente para que le den mantenimiento y lo pinten… yo creo que no debemos de preocuparnos tanto porque de qué color lo están pintando… hay que preocuparnos porque esté funcional y, entre muchas cosas, el sistema de agua ha estado abandonado, entre estas el acueducto, que es el cordón umbilical para traer de Mexicali al resto de la costa de Baja California, el agua”.