
ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
IMAGEN: https://pacifista.tv/
Las cifras negras de candidatos asesinados en esta campaña electoral son una vergüenza y el presidente López Obrador, en lugar de buscar poner freno a esta violencia política, dice que es “amarillismo”, como queriendo cerrar los ojos y que se vaya el problema para siempre, sin embargo, la realidad está ahí, una violencia electoral nunca antes vista.
¿Será porque las cosas ‘ya cambiaron’ y ellos no son como los de antes? Ni en los tiempos más violentos y represivos hubo tal cantidad de muertos entre CANDIDATOS a un cargo de elección popular, la muerte de candidatos, es algo que llega con el sexenio de AMLO, si en 1994 hubo violencia electoral que le costó la vida a Luis Donaldo Colosio, ahora son alrededor de 35 candidatos asesinados.
Es triste y preocupa que AMLO diga que es amarillismo y que sus fanáticos digan que sí, en efecto se trata de una exageración de “medios chayoteros”, pero habría que preguntarle a los familiares de los que han caído por la falta de atención gubernamental a este tipo de problemas, parece que, con el poco dinero, con las dadivas que les dan, ellos están dispuestos a cerrar los ojos ante crímenes tan graves como los que estamos viviendo.
¿De dónde viene esta violencia electoral? Los candidatos atacados abarcan todos los partidos, lo que es un indicador de que hay un “poder superior” que los diferentes candidatos se “acomoden” a sus necesidades y exigencias, no es posible que un Presidente de cualquier país minimice este tipo de muertes y que haya un coro de fans y admiradores dándole la razón, al parecer AMLO ha dividido al país en “fifís” y “chairos” y a él y su gente les alegra la desgracia y muerte de “fifís”, que además es un lamentable término racista y clasista.
Los muertos han sido del PAN, de MC, de MORENA y de otros partidos, indicativo que no es una cuestión entre partidos, sino que, seguramente esta violencia viene de otras instancias más siniestras y peligrosas, pero lo que más debe preocupar es la indiferencia y reacción que López Orador ha tenido ante este grave problema.
Nunca habíamos visto una elección con tantos muertos, con tanto odio entre mexicanos, con tanta desesperación de muchos por ver que el país “se les fue de las manos” y que cayó en manos de sus “archienemigos”, lo que ha dado por resultado que hoy tengamos un México diviud9ido, violento y donde cualquier crítica o cuestionamiento al presidente AMLO recibe insultos como respuesta, vivimos en un México donde, si no estás de acuerdo con el Presidente, estás contra él, eres su enemigo, conservador y corrupto, ante la inmaculada y prístina imagen López Obradorcita.