ALFREDO AZCARATE VARELA
THE BAJA POST/EDITOR
Mega Alianza que va del autoengaño a la falta de auto-análisis, que une ideologías, plataformas y fuerzas políticas opuestas entre sí, que solo buscan recuperar lo que perdieron en medio de su auto indulgencia, una unión de conveniencia que en Baja Californios no funcionará porque el PRI quiere apoyar a Jorge Hank Rohn y los que serían sus aliados ocasionales del PAN no lo aceptarán, la alianza nació muerta, sin signos vitales.
El factor Hank, mató a la alianza, dividió a esas dos facciones que buscaban unirse de alguna manera para generar un frente amplio partidista para buscar su beneficio político-electoral, pero al parecer en el PAN nunca apoyarían una candidatura de Jorge Hank Rohn, aunque aún faltan capítulos por escribir de esta historia de redención política y podría haber sorpresas.
LA autocrítica en los partidos políticos de oposición, PAN, PRI, PRD y demás aliados, es casi nula, después de la ola electoral de 2018, donde MORENA arrasó y demostró que en muchos sentidos el “voto duro” no era tanto como ellos querían creer, en lugar de ponerse a analizar en qué fallaron y como trabajar en concreto para recuperar una confianza que tal vez hayan perdido para siempre, deciden aliarse entre ellos en la llamada Mega Alianza, como si fuera la gran cosa.
Agua y aceite, una emulsión político-electoral de coyuntura que simplemente muestra el ansia de volver al ´poder, al Gobierno, cierran los ojos al sexenio patético de Peña, la guerra de Calderón y el “loco dirigiendo el manicomio” del sexenio Foxista, por no hablar de los casos particulares de ciertos Gobernadores que van desde Kiko Vega hasta los Duartes, todo ello más la creciente inequidad social, hicieron crecer a la 4T.
Los partidos que quieren “aliarse” nunca vieron, o se negaron a ver, la realidad que los rodeaba, lo que hacían al ejercer el poder erróneamente, criticaban el populismo de AMLO, pero practicaban un ¨populismo de ricos”, lo que ellos llaman “economía de mercado” y “libre competencia” causaron una ruptura entre estratos sociales, “los de arriba y los de abajo”, un resentimiento social que sí le vino como anillo al dedo a la cuarta transformación.
La Mega Alianza es un grito desesperado de quienes perdieron poder y posiciones de Gobierno y ahora quieren recuperar lo perdido, asumiendo formulas pragmáticas y prácticas, que seguramente no funcionarán y menos ahora con el factor Hank y el apoyo de los priistas al ingeniero que ya contendió en 2007.